Ayer yo visité
la cárcel de Sin Sin
y en una de sus celdas solitarias
un hombre se encontraba arrodillado al redentor:
piedad, piedad de mí, mi gran señor
Mas cuando me miró
a mí se abalanzó
y con voz temblorosa y recortada:
escucha triste hermano
esta horrible confesión;
aquí yo condenado a muerte estoy
Yo tuve que matar
a un ser que quise amar
y aunque aún estando muerta yo la quiero
al verla con su amante
a los dos los maté
por culpa de esa infame moriré
Minutos nada más
me quedan ya pa’ respirar
la silla lista está,
la cámara también
A mi pobre viejita
que desesperada está
entréguele este recuerdo de mi
Yo tuve que matar
a un ser que quise amar
y aunque aún estando muerta yo la quiero
al verla con su amante
a los dos los maté
por culpa de esa infame moriré
Minutos nada más
me quedan ya pa’ respirar
la silla lista está,
la cámara también
A mi pobre viejita
que desesperada está
entréguele este recuerdo de mi
Yo tuve que matar
a un ser que quise amar
y aunque aún estando muerta yo la quiero
al verla con su amante
a los dos los maté
por culpa de esa infame moriré
por culpa de esa infame moriré…
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