Dijo el muchacho a la moza:
desde el comienzo te vi;
en el sueño, en la vigilia,
como un jazmín del país.
Perfume de la alta noche,
pequeña flor constelada,
en el patio con aljibe
y en mi corazón, guardada.
Yo me voy con Aparicio,
sé que otra divisa labran
tus manos, y llevarán
los varones de esta casa.
Sólo una cosa podría
detenerme, una palabra;
di que me quede y me quedo,
jazmín del país, muchacha.
Ella lo miró a los ojos,
pero no le dijo nada,
y nada dijo después,
cuando cayó con Saravia.
Perfume de la alta noche,
pequeña flor constelada,
en el patio con aljibe
y en mi corazón, guardada.
Comentarios
Deja tu comentario: