¡Dulce comunión la que gozo ya
En los brazos de mi Salvador!
¡Qué gran bendición en su paz me da!
¡Oh, yo siento en mí su tierno amor!
Libre, salvo
Del pecado y del temor
Libre, salvo
En los brazos de mi Salvador
¡Cuán dulce es vivir, cuán dulce es gozar
En los brazos de mi Salvador!
Allí quiero ir y con Él morar
Siendo objeto de su tierno amor
No hay que temer, ni que desconfiar
En los brazos de mi Salvador
Por su gran poder Él me guardará
De los lazos del engañador
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