Aquí metió en la trena
yo te recuerdo llorando
y me moriré de pena
mientras tú estás disfrutando.
Ay qué dolor…
Por llanto iban mis ojos
a la fuente del querer
contra más agua cogía
más veces quería volver.
En mis sueños te llamaba
y tu no me respondías,
a las claritas del día
llorando me despertaba
porque yo no te veía.
La que m’a lavao el pañuelo
fue una gitanita mora,
mora la morería,
me lo lavó el agua fría,
me lo tendió en el romero
y le canté por bulería
mientras se secó el pañuelo.
Samara
fue alegría por los moros
reina de la morería.
Toíto el pueblo la adoraba
le rezaban noche y día
porque la reina Samara,
con su cara tan gitana,
una virgen parecía.
Ay Samara
reina de la morería,
Samarita sí, Samarita no,
Samarita mía de mi corazón.
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