Te acompañé a tomar el tren
tú ignorándome y yo muriéndome,
me decía a cada paso,
hasta aquí llegué, tierra trágame.
No me pude contener
y te abracé hasta quemarme la piel
me negaste hasta el último beso
y por eso, te lo robé.
Te quiero tanto, te quiero tanto
te quiero tanto, cariño mío
quédate.
Al borde del final
grabé una huella en la ventana del tren,
clavé mis labios contra el cristal
con suspiros y esperanzas,
que el tiempo jamás podrá
arrancar de mi alma.
Al borde del final,
dijiste adiós con una lágrima,
que guardo en el corazón
junto al beso que yo… que yo
le robé a tu cara.
Te quiero tanto, te quiero tanto
te quiero tanto, cariño mío,
quédate.
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