Quisiera darte mi niña
un viaje a la luna
que todo aquello que anhelas
pudiera ser
y ser tu rayo de luz
en la noche oscura.
Que tengas lo que yo nunca
pude tener.
Que más quisiera mi dulce bien
que ser de tu vida la sustancia
y ser la fina fragancia
para tu piel
si ya se han ido perdiendo
mis esperanzas
y hoy me pides que te compre
un reloj Cartier.
Te doy mi sol,
calor de un nuevo amanecer
y una canción
que es como el agua de beber.
Te doy mi pan
que está mojado en el café,
te doy la sal que el mar
ha dejado en mi piel.
Que más quisiera mi corazón
que en un carro nuevo ir a buscarte
y verte siempre a la moda
París – New York.
Si por más que yo quiera,
es que no me alcanza
y aún debo aquella cartera
de Christian Dior.
Te doy mi Dios,
un beso en el atardecer
y una canción
que es como el agua de beber.
Te doy mi paz,
un niño que está por nacer.
Te doy la sal que el mar
ha dejado en mi piel.
Te doy mi sol.
Te doy mi pan.
Te doy mi paz.
Te doy mi Dios.
Te doy mi sal. (bis)
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