Poe:
Puede un hombre se como un Dios
Puede un alma soportar ese don
Alcanzar la cúspide, el horizonte a sus pies
¿Quién puede decir que no?
¿Cuál es el precio a pagar?
¿cuánto el peso que debe soportar?
A cambio de trascender a su tiempo y a su piel
Y tallar su nombre en la historia
Crueldad, inmortal, valle de lágrimas
Esta agónica virtud, mi calvario, está es mi cruz
Mi soberbia me marcó
Crueldad, inmortal, angustia eternidad
Cuida tus deseos pues se pueden cumplir tal vez
Ser guardianes del terror
Mi mazmorra eterna fue mi ambición
Ser recordado más allá de morir
Generaciones vendrán
Y admirarán mi nombre, mi legado
Mis pasos seguirán
Mi obra perdurará, más allá,
mientras mi alma cae en desgracia
en este Infierno, sin poder escapar
Morfeo:
Escucha al hombre de arena
El guardían de sueños
Yo creé tus pesadillas, toda ensoñación
En mi onírico reinado yo te acogeré
Toma mi mano, acompañarás a los siete eternos
Poe:
Mi cordura perdida está
Morfeo:
No es ningún delirio es mi voluntad
Poe:
¿Quién sois vos que os apiadáis de quién condenado está?
¿Quén puede oponerse al mal?
Morfeo:
Mi rastro verás al despertar, si en tus ojos arena encontraráis
Lo que tu mente imaginó fue creado por mi voz
Yo soy el Señor de los Sueños
Poe: Tu piedad
Morfeo: Os la concedo
Poe: Libertad
Morfeo: Es tuya
Poe: ¿Acaso esto es real?
Morfeo: Hacedor de sueños soy, bajo mi manto estás hoy
Poe: Mi alma queda a tu merced
Morfeo: Inmortal
Poe: Estoy soñando
Morfeo:
Vivirás en mi nundo de fantasía
Deja a Virgilio aquí y camina junto amí, salgamos de este lugar
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