Virgilio:
Lujuria y perversión, pecados de la carne
Aquí encontrarás, apetitos infames
Un viento abrasador embestirá sus cuerpos
Y los agitará, los lanza contra el suelo.
Sade:
Me descubro ante ti como un alma gemela
Aún después de morir vivo en vuelto en leyendas
Todos hablan de mi demencia libertina
El vicio que venció a la virtud divina
Llené mi obra de anti-héroes que eran como tú
Que con cinismo justifican su actitud
Bajas pasiones que demuestran tu poder
No hay más ley que la que marca el placer
Poe:
Me iba resquebrajando
La angustia toma el mando
Y me infringía autodestrucción, depravación, mi degeneración
Sade:
Toma todo aquello que te plazca
Poe:
Me abandoné al libertinaje
Sade:
El egoísmo es el poder
Poe:
No veo grandeza en ser así
Sade:
La perdición es redención y lo demás supercherías
Poe:
Mi caminar penitente era sólo dolor
Poe y Sade:
Si nacemos en la soledad sobreviven los más fuertes
Nunca nada has de sacrificar en virtud de los demás
Poe:
Busqué en lo más profundo en mí aquel recóndito lugar
Poe y Sade:
Donde podría saciar mi propio yo, siendo mi propio Dios.
Sade:
Mi obra se prohibió, fueron libros malditos
Los siervos del Señor me señalaron proscrito
Poe:
Yo renegué de Dios, no doblegué mi alma
Mi orgullo envileció la fuerza de mi infamia
Sade:
Querido amigo nuestras vidas paralelas son
Poe:
No encuentro en vos reflejo de mi propio yo
Sade:
¿Acaso no es verdad?, ¿qué ves distinto tú?
Poe:
Yo no veo infortunios en la virtud
Sade:
Me hablas de Justine, ya ves su recompensa
Poe:
No era mi elección, me vi abocado a ser así
Sade:
Los recovecos más oscuros de tu mente, quisiste adivinar…
Poe:
¡Ya basta! ¡Detente!
Poe y Sade:
Si nacemos en la soledad sobreviven los más fuertes
Nunca nada has de sacrificar en virtud de los demás
Poe:
Busqué en lo más profundo en mí aquel recóndito lugar
Donde podría saciar mi propio yo
Sade:
La verdad es el placer, empieza y acaba en mí
Poe:
Sólo pretendo sacias mi propio yo, siendo mi propio yo.
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