Hay corazones sin rumbo
Que no encuentran su camino
Hay corazones sin rumbo
Que no encuentran su
Camino
Y el mío, qué suerte tuvo
El mío qué suerte tuvo
Y el mío, qué suerte tuvo
El mío qué suerte tuvo
El mío se había perdido
Y el tuyo se lo encontró
El mío se había perdido
Y es tuyo se lo encontró
Hay corazones de hierro
Que las tempestades
No pueden con ellos
Hay corazones ligeros
Que lloran por nada
Que tiemblan de miedo
Pero maldito ninguno
Pero maldito ninguno
Pero maldito ninguno
Pero maldito ninguno
Que todos los corazones
Sufren mucho en el amor
Corazones blancos
Corazones negros
Cobres y amarillos
Y también morenos
Cobres y amarillos
Y también morenos
Hay corazones que, a veces
Se derrumban como el mío
Hay corazones que, a veces
Se derrumban como el mío
Y el mío qué buena suerte
El mío, qué buena suerte
Y el mío qué buena suerte
El mío, qué buena suerte
Se iba muriendo de frio
Y el tuyo le dio calor
Se iba muriendo de frio
Y el tuyo le dio calor
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