De su misericordia cantó el poeta,
por siglos intentó pintarlo el pintor,
pero indescriptible es Su belleza,
como es de incomprensible Su eterno amor.
Maravilloso es, incomparable
excelso majestuoso, supremo Rey.
/Su ley es mi delicia y Él lo sabe.
Que lo amo con el alma sabe también/
Un día vino al mundo, humilde niño,
siendo Dios, de humanidad se vistió,
Murió para salvarnos en un madero,
al tercer día con gloria resucitó.
Prometió que vendría para buscarnos,
en una nube blanca, vendrá el gran Dios
Mientras lo aguardamos, hoy anunciamos,
que en Su bendito Nombre hay salvación.
Maravilloso es, incomparable
excelso majestuoso, supremo Rey.
/Su ley es mi delicia y Él lo sabe.
Que lo amo con el alma sabe también/
Que lo amo con el alma sabe también
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