Todos saben que he cambiado,
que ya no soy el mismo de antes,
que a veces me siento la hormiga mas chica
en un mundo lleno de elefantes.
Que todo ha pasado tan rápido
que, sin darme cuenta de este desastre
he roto el corazón que un día latió y hoy teme quebrarse.
Lo que más duele al caer en un cuadro de “Escher” andando,
no son los golpes,
ni la gravedad, ni la fuerza apretando…
Es darte cuenta de que, llevas años negando
que la depresión se comió tanta alegría y sonríes por dentro llorando.
Al final voy a terminar,
volviéndome loco
por tratar cada día con gente que me absorbe tanto.
Es una batalla por mantener cuerda mi mente,
solo espero que cuando no esté,
mis letras sigan abrazando a tanta gente.
Dime que nada a cambiado,
que no quieres verme acabado…
que tantos puñales me han dejado anémico
y nunca me quisiste hacer tanto daño.
Dime que nada ha cambiado,
dime que nada ha cambiado,
dime que nada ha cambiado,
Que nunca quisiste hacerme tanto daño.
Dame algo de tiempo, no te pido más…
Todo lo que siento no se queda atrás.
Te juro que lo intento pero, es que ya es tarde,
una carrera en la que voy en último lugar.
Todo este tiempo, dejando pistas,
buscando una disculpa tras otra y nunca llega…
toda una vida creyendo mentiras
y ahora, la ansiedad me mata y tú la estiras.
Lloro en la sala de espera, cuánto queda,
mi corazón se rompe mientras tú te escondes,
otro susto y puede que no vuelva a hablarte
y que el recuerdo vuelva cuando ya sea tarde…
Te escribí nostalgia, negando el dolor,
intentando ver la luz oscura en el balcón,
pero el viento sopla y eso ya se fue
tus actos cuentan más de lo que tú te crees.
No sé cómo decirte tantas veces todo,
me he cansado de esto y de seguir viviendo,
he recordado el día en el que llovía tanto…
qué sentido tiene estar aquí esperando.
Comentarios
Deja tu comentario: