Ansiedad

Relájate… (eco)

Cierra los ojos… (eco)

Y enfréntate a tus miedos (x3)… (eco)

Cierra los ojos… (eco)

A veces te das cuenta que tu psique te delata,

Que nada te desata y es el tiempo quien te mata,

Que tu piel es de hojalata y nada impide que se oxide,

Que no te ves capaz de darle al mundo lo que pide,

Que en ti reside el miedo con un rap que fue mi credo,

Que mi dedo apunta al ruedo y ella dice que no puedo,

Fui su reo alimentado por su seno con veneno,

Y es que digan lo que digan pienso que no soy tan bueno.

Días bien, otros vacío, río con cinismo,

Digo que confío engañándome a mi mismo,

Derrotismo y egoísmo al unísono del plano,

No me hablo con Dios ni tampoco con mi hermano,

Subo a mi rellano y pienso en vano que es extenso,

Que de echo veo un techo que ha compuesto lo que pienso,

Cada paso miro alto y vuelo raso,

Y en los planos fue arquitecta de mi torre del fracaso.

De ocasiones, frustraciones, compasiones y traiciones,

Sin razones vi edredones en mis malas decisiones,

Confusiones de emociones sin perdón y sin excusa,

Se me acusa de ser hijo de los ojos de medusa,

Al fin vino una musa me dio vida y creyó en mi,

Amor paso del mito al infinito como el pi.,

Cuando todo lo que vi era un pozo de desprecio,

Fui necio al dudar de buenos actos sin un precio.

Busqué aprecio en cada gesto y es por esto que estoy vivo,

Que derribo las miserias del pasado cuando escribo

Contra algo que fue esquivo, decisivo en mi camino,

Me leía entre mis ojos como si fuese adivino,

Como un rapto repentino en el camino a lo divino

Y es que tal vez el destino tiene escrito ya mi si no,

Y si no yo lo decido aunque siga medio herido

En mi corazón sombrío, no podrás conmigo!

Esculpido por el frío desde crío ahora sonrío,

Rellenando ese vacío y hago Mio el desafío

De elevarme entre los muertos dando luz a mi cuaderno,

Como Lázaro me cierno mientras ando hacía lo eterno,

Resurgiendo del averno vino invierno con mi gesta

Lanzando una protesta contra la opresión impuesta,

Por mi testa que hizo fiesta del insomnio,

Desatando las cadenas que me ataban al demonio,

vi. el infierno en pesadillas y a mi padre quien me dijo,

Estaré contigo hijo arrastrando el crucifijo,

Me enfrenté sin armadura a mis fantasmas con la cura,

De vencer esa figura que lloraba sangre oscura,

Y supura por mis iris manchándome la piel,

El trance mi romance entro yo y cada papel,

Tras aquel silencio duro que anulo sin piedad,

Su muro dejo mudo a mi ser sin realidad.

Ami ser sin realidad… (eco)

Escúchame… (eco)

Sigue mi voz… (eco)

Me dio caza con su maza como a tantos de mi raza,

La batalla en la cabeza fue una franja como en Gaza,

En mi taza vi temblores cuando el eco recrimina,

Haciéndome inestable como nitroglicerina,

Como un monte en el que corro y no me muevo,

Como aquel sabor amargo aunque todo sea nuevo,

Juego con las piezas de un puzzle que no acabo,

Si en mis manos clavo un clavo en una cruz que me hace esclavo.

De su ultimo episodio como el sodio efervescente,

En mi mente de repente nace el odio hacia la gente,

Sin motivos aunque busque o se ofusque la mirada,

Hacia la nada en el tórax su granada programada,

Ante el ente intermitente que me mata cuando chilla,

Que tu cuentes atrás porque el soltó la anilla,

Sentado en esta silla porque el aire no traspira,

Me reflejo en el espejo pero es ella quien me mira.

Me espía en cada vía, se desvía en cada esquina,

Adivina y asesina hace de ti una toxina,

Recrimina y hace tuyos tantos dramas,

Actúa sin piedad maltratando a los que amas,

Como el Hades arde en llamas aunque yo no se lo pida,

Le gusta tu agonía sin quitarte ni la vida,

Mientras hurga en cada herida devorando tus raíces,

Abriendo puñaladas que ya eran cicatrices,

Pero hoy tomo yo el mando y ando al filo de la amnesia,

Convierto así mi rap en su épica anestesia,

Durmiendo yo a la bestia y a las alas que me ciegan,

Que el regalo no es la caja son las Manos que lo entregan,

Y se aferran a tu piel como el amor o la amistad,

Hoy puedo decir que he vencido a la ansiedad,

Que mi habilidad acróbata fue nómada entre angustias,

Que note mis manos sucias, entre lagrimas y argucias,

Después de frías duchas muchas luchas a mis hombros,

Esquivando su mirada, sepultándola al escombro,

Que he dejado entre las ruinas de mi ego, (de mi ego)

Pero veo tras el fuego renacer mi yo de nuevo,

El fuego y las cenizas, con su ley y sin debate,

En combate sin peones con mi rey en jaque mate,

Permanente sin mas gente que mi dama,

Hoy cambié la oscuridad por un nuevo panorama.

Abre los ojos… (eco)

SUSPIRO