A la luz de un fuego extraño se confundía mi alma
Yo sentía el reflejo de tus ojos que buscaban mi mirada
Y pensar que te había dicho que contigo yo iría Hasta la muerte
Se han levantado contra mi
Y ni siquiera he podido nombrarte
Amargamente he llorando por negar tu nombre
siento que tu mi señor me estabas mirando
Amargamente he llorando por negar tu nombre
siento que tu mi señor me estabas mirando
Y el gallo cantó y el amanecer, tu palabra selló
Antes del beso traidor y del huerto de dolor tú me hablaste que han pedido por mí y que tu ante el Padre rogaste que no me falte la fe que tu rostro otra vez yo veía y aunque he sido infiel tú perdón yo he sentido en mi vida.
A dónde vas tu Maestro sin yo no sabría
toda mi vida Señor por ti yo pondría
si es necesario Señor por ti moriría,
tú noble causa mi Dios yo defendería, pero el gallo canto
y mi corazón se quebró.
Qué triste es verte Señor sentir el látigo atroz debería ser yo.
Dulce Maestro de amor Jesús el Mesías en una cruz mi Señor el perdón me darías un sacrificio de amor mi alma salvaría y nuevamente tú voz solo yo escucharía diciendo sígueme a mi diciendo sígueme a mí.
Tan solo sígueme a mí
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