Jacinto Pérez De La O

Voy a relatar, señores
De la vida y los amores de un mexicano
Que una mañana de mayo
Se montó en su fiel caballo y su pueblo dejó

Su caballo era retinto
El nombre de él era Jacinto Pérez de la O
Su tirada: La frontera
Porque, en sueños, de una güera él se enamoró

Era un gran macho mexicano
Era un gran macho, sí, señor
Nunca se la cayó la mano
Puede que sí, que no, que sí, que no
Era Pérez de la O

Cruzó valles y montañas
Con sacrificio y con mañas siempre continuó
Y, aunque le gruñían las tripas
A Laredo, Tamaulipas, él llegó

Comentaba con un huerco
Para mí, el Río Bravo es charco fácil de brincar
Como era aventa’o y terco
Al retinto usó de barco y logró cruzar

Era un gran macho mexicano
Era un gran macho, sí, señor
Nunca se la cayó la mano
Puede que sí, que no, que sí, que no
Era Pérez de la O

Le gustaba mucho Texas
Porque había muchas viejas… cosas que admirar
Se salió bien con la suya
Y hasta el pueblo de Falfurrias fue a parar

Para no contar con malas
No quería pasar a Dallas, pero al fin pasó
Y un mal día, en San Antonio
Esa migra del demonio lo pescó

Era un gran macho mexicano
Era un gran macho, sí, señor
Nunca se la cayó la mano
Puede que sí, que no, que sí, que no
Era Pérez de la O