Recuperar de nuevo los nombres de las cosas
Llamarle pan al pan, vino, llamarle al vino
Al sobaco, sobaco, miserable al destino
Y al que mata llamarle de una vez asesino
Nos lo robaron todo, las palabras, el sexo
Los nombres entrañables del amor y los cuerpos
La gloria de estar vivos, la crítica, la historia
Pero no consiguieron robarnos la memoria
Ellos tienen también cuerpo bajo la ropa
Piernas, uñas, sudor, vientre, mocos, colmillos
Manos que no acarician, dedos que no se tocan
Sólo saben firmar y apretar el gatillo
Nosotros que queríamos vivir sencillamente
Hermanos de la lluvia, del mar, de los amigos
Pronunciar la palabras que vencen a la muerte
Buscar bajo tu falda alimento y abrigo
Nosotros que queríamos nombrar las amapolas
Decir viento, amanece, rabia, fuego, decir
Que si tú tienes costa mi lengua es una ola
Nosotros que queríamos simplemente vivir
Nos vimos arrojados a éste combate oscuro
Sin armas que oponer al acoso enemigo
Mas que el dulce lenguaje de los cuerpos desnudos
Y saber que muy pronto va a desbordarse el trigo
Y saber que muy pronto va a desbordarse el trigo
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