[En tierras riojanas
(famosas por sus vinos y lindas montañas)
nuestros dos personajes se encuentran
a un vividor, que habiéndose propuesto
peregrinar hacia Santiago, hizo una parada
de veinte años en la Rioja, para abandonarse
a la meditación que proporciona la ingestión
del vino y al relajo del aroma de una moza.
En fin a no dar ni palo. Su nombre era
Juan C. Flores (!!Golfo!!))]
Acérquense a este viejo trovador
Por dos monedas o una hogaza de pan
Cuento mi vida a quien la quiera escuchar
Sígueme, ven! sígueme, ven! sígueme, ven!
Vengo de un país bañado por el mar
Iba pa señorito, y la verdad
Es que cansado de violar y oprimir
Oí una voz: “a conocer un mundo tienes que ir”
“A donde te lleven los pies
Y por destino el horizonte tendrás
Sin credos, sin naciones, sólo amor”
Polla dura no cree en Dios…
Y de esta forma comencé a olvidar
Toda riqueza, toda comodidad
Mas al poco tiempo advertí
Que había otro mundo, había otra vida fuera de mí
Al anochecer me acuna la luna
Y me arropan las estrellas
Al alba el rocío me acicala
Y la brisa me despereza
Soy de oficio delincuente
A veces como en frío
Y, las menos, en caliente
Alquilo mi conciencia
Para aliviar las almas
De culpas que no dejan dormir
En estos años aprendí a las duras
Que sólo con sueños no pagas facturas
Y sólo los necios sueñan con lo que…
Con lo que nunca, con lo que nunca
Nunca tendrán
No me hables de Dios o el mal
Porque cuando hago el amor
No distingo religión
Polla dura no cree en Dios…
Soy de oficio delincuente
A veces como en frío
Y, las menos, en caliente
Alquilo mi conciencia
Para aliviar las almas
De culpas que no dejan dormir
Asalto en el camino
A la suerte y al destino
Y alguna moza despistada
Soy pacifista sin bandera
Pues luchar por la paz
Es como fol*** por la virginidad
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