Despertó al nuevo día, ya pasada la mañana,
con toda su esperanza de un buen plato de comida.
Hoy el puente es su casa y unos trapos sus cobijas,
fue muy dura toda su vida, pocos afectos y poca guita.
Va juntando sus botellas al costado de la vía,
vive fuera del sistema sobreviviendo día a día…
Un buen día por la tarde ya cansado de la rutina,
quiso escaparle a la vida, tirándose a la vía.
Pero ni Dios ni el Diablo lo aceptaron con su establo,
mendigando continúa junto a su jugo de uvas.
El castigo de ser pobre, lo ha llevado a esa vida
no tendrá una salida, sobrevivirá día a día…
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