¡Oh, Dios eterno!
Tu misericordia ninguna sombra de duda tendrás.
Tu compasión y bondad nunca fallan.
Y por los siglos el mismo serás.
¡Oh, tu fidelidad!, ¡Oh, tu fidelidad!
Cada momento la veo en mí.
Nada me falta pues todo provees.
Grande Señor es tu fidelidad.
Tú me perdonas, mi impartes el gozo.
Tierno me guías por sendas de paz.
Tú eres mi fuerza, mi fe, mi reposo.
Y por los siglos mi Padre serás.
¡Oh, tu fidelidad!, ¡Oh, tu fidelidad!
Cada momento la veo en mí.
Nada me falta pues todo provees.
Grande Señor es tu fidelidad.
Nada me falta pues todo provees.
Grande Señor es tu fidelidad.
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