Cuando empezaba a caminar
de noche por mi soledad,
dando mil pasos hacia atrás.
Nada guardaba en el morral,
cuatro recuerdos, tal vez más,
solo quería respirar.
Nada se mueve en la ciudad,
mi mente el único lugar
donde tu y yo vamos a estar.
Atado por tu voluntad,
no hay más remedio que aceptar
que aunque no quiera yo
Solo por tus ojos veo, solo de tu sangre bebo
y aunque a veces me lo niegue yo no puedo amarte menos.
Solo porque hoy estoy solo es más fácil verlo todo,
y antes no me daba cuenta que no puedo amarte menos.
Antes no me daba cuenta que no puedo amarte menos,
antes que tu aparecieras amar era lo de menos.
Y duele menos recordar
cuando comienzas a aceptar
que es imposible de olvidar.
La sombra de la soledad
ahora me viene a acompañar
y se convierte en mi guardián.
Yo no he dejado de soñar
con la utopía de tocar
de nuevo tu serenidad.
Hoy la tormenta ya pasó,
Mariana todo lo arrasó
y aunque no quiera yo.
Solo por tus ojos…
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