Pan pal hambriento

Vuelvo a mi rito, al look infinito,
al libro y al grito del verso.
Al mismo delito, folios y escrito,
rap infinito como el universo.
Pal pan hambriento, lo siento,
si en Zaragoza cambia el movimiento.
Es música y viento, hora tras hora,
y el corazón latiendo a contratiempo.
Sé del trabajo y sé del sudor,
sé del sabor de la sal del amor.
Sé que hay atajos, pa’ ganar fajos,
pero no pa sentirse mejor,
y saber de rap, saber de mi,
de los malabares que hago pa vivir.
Surcando los mares, jugando en los bares
a pares y nones con to el por venir.
Y nonononono,
canción de cuna mi na na na,
duérmete luna
que ya vuelve el sol a gastar su fortuna
envidando otra vez de farol
Y bla bla bla bla bla, mi do re mi, mi fa fa fa,
fácil de hacer, fluir fantástico,
sin fama ni fajo ni plástico.
Suena mi pompa, paso de alfombras,
soy más de andar por un suelo cualquiera.
cables y cruces, sombras y luces,
darme de bruces con la primavera.
Dime a qué esperas,
quizás a un guaperas que parta la pana,
yo soy un hortera que amansa a las fieras
con sueños y ojeras del fin de semana.
Y nada va a hacerme cambiar,
ya no no no quiero salir de aquí,
la música cura, la pura locura,
desta calentura que llaman vivir.
Y sí, yo sigo aquí yo si,
igual que un pintor con su lienzo,
soy músico y brujo y al público embrujo,
con único lujo vivir del silencio.
Y shhh, tranquilo y suave,
como el volar de un ave.
A las puertas del cielo estoy pero perdí la llave,
hay mucho baile, mucha fiesta,
pero no voy a ninguna,
me quedo en mi casa, lejos de la masa,
pa darle la brasa a la luna y ya.